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El estrecho pacto diplomático entre Turquía y Rusia representa otro problema para la Administración Obama si desea mantener las relaciones con los aliados de Washington en el Medio Oriente.
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Los diplomáticos occidentales consideran la desición del Presidente Turco, Recep Tayyip Erdogan, de restaurar las relaciones con Moscú, como parte de un intento cuidadosamente coordinado por Ankara para construir una nueba base de poder en la región.
Por décadas Turquía, un miembro clave de la OTAN, ha dicho que desea crear lazos más cercanos con Occidente, además de que los diplomáticos turcos insisten en que Ankara sigue considerando seriamente el unirse a la Unión Europea.
Pero el acercamiento radicalmente Musulman tomado por Erdogan en el despertar del fallido golpe militar, el cual ha visto miles de juicios, académicos y periodistas forzados a dejar sus empleos.
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Esto ha ha permitido que el gobierno Turco se de cuenta de que el deseo de mantener las relaciones con los aliados Occidentales se aleja cada vez más debido al actual derrumbe económico.
Esto ha llevado a Erdogan a embarcarse en una campaña para acercarse a paises como Rusia, el cual es considerado como una alternativa viable para reemplazar a Estados Unidos para proteger los intereses de Turquía en la región.
La desilución del presidente Turco con el presidente Barack Obama es previa a las tensiones causadas por el golpe militar y la demanda a Washington para que extradite al clérigo Turco exiliado, Fethullah Gulen, a quien Ankara acusa de orquestar el fallido golpe militar.
El disgusto entre Erdogan y Obama viene desde que el presidente Norteamericano fallara en cumplir con su amenaza de lanzar acciones militares contra el Presidente Sirio Bashar al-Assad si se comprobaba que había usado armas químicas contra su propio pueblo en la brutal guerra civil Siria.
Desde que comenzó el conflicto, Erdogan se ha comprometido a derrocar el régimen de Assad, el cual es acusado de apoyar a grupos separatistas Kurdos. Es por eso que los Estados Unidos acusaron a Turquía de hacer la vista gorda a las actividades de los terroristas de ISIS en su extensa frontera con Siria.
Verdaderamente, el gran impedimento que detiene a Turquía de tener mejores relaciones con Rusia, fue que Moscú estuvo ayudando a sostener el régimen de Assad en el poder usando la intervención militar Rusa que comenzó el año pasado.
Pero hace pocos meses, el Kremlin decidió que mantener a Assad en el poder no es una prioridad. De hecho, su objetivo principal en Siria es proteger sus bases militares estratégicamente importantes que se encuentran en el país.
Esto ha llevado a suponer que, a cambio de crear lazos más estrechos copn Turquía, Moscú está preparado para negociar que Assad sea removido del poder a cambio de que los intereses militares Rusos en el país sean protegidos.
Y si llegase a ocurrir eso, entonces Turquía y Rusia serán capaces de forjar una sociedad muy poderosa, que podría ser una seria amenaza a los intereses Occidentales en el Medio Oriente y más allá.
Fuente: Prophecy News Watch
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