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El próximo 8 de septiembre la NASA organizará y enviará, desde Cabo Cañaveral, una sonda para analizar un asteroide conocido como “Bennu”, que conforme a una serie de cálculos, podría impactar con la Tierra dentro de unos 150 años.
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Aunque las posibilidades de impacto son minúsculas, puede cambiar el curso de direccion. “La probabilidad acumulada de impacto es del 0,037%, y a finales del siglo XXII”, intentó brindar calma el jefe de la misión, Mike Donnelly, del Centro de vuelo espacial Goddard de la NASA, teniendo en cuenta una publicacion del diario El País.
No obstante, la misión toma gran importancia ya que ademas podría echar luz respecto a los orígenes de la vida en la Tierra. El nombre de la sonda es OSIRIS-REx,y su peso es de dos toneladas aproximadamente, ésta llegará al asteroide Bennu en 2018.
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Apenas llegue comenzará a recolectar pruebas mediante un brazo robótico.
Los científicos de la NASA creen que podrán obtener entre 60 y 2.000 gramos de material. Mantienen la expectativa de hallar moléculas orgánicas que ayudarían a entender cómo fue el origen de la vida en la Tierra, hace unos 4.000 millones de años.
Segun las probabilidades de éxito, la sonda regresará a la Tierra en 2023 estimativamente. Sin embargo los especialistas también analizan que podría haber complicaciones. “Bennu puede tener sus propios satélites o plumas que no hayamos visto desde la Tierra. Esta situacion podria generar inconvenientes en la capacidad para tomar muestras. No lo sabremos hasta que llegue la sonda”, explicó Donnelly.
Fuente : La Nacion
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