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Rusia y Siria han condenado el primer ataque militar estadounidense contra el régimen sirio, iniciado después de un ataque con armas químicas que mató a docenas de civiles a principios de semana.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, denunció el viernes la huelga en un aeródromo sirio como “acto de agresión” y dijo que violaba el derecho internacional. Los líderes occidentales respaldaron la acción de Estados Unidos, diciendo que el presidente sirio, Bashar al-Assad, se lo había arreglado.
Por órdenes del Presidente Donald Trump, 59 misiles de crucero Tomahawk fueron lanzados desde buques de guerra estadounidenses en el Mediterráneo oriental. Los misiles fueron dirigidos al aeródromo de Shayrat, considerado por los EE.UU. como la base para aviones de guerra que llevaron a cabo el ataque químico en una ciudad controlada por los rebeldes en Idlib el martes.
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Nueve personas, incluyendo cuatro niños, en dos aldeas murieron en la huelga, informó la agencia de noticias estatal siria SANA. No estaba claro si la cifra incluyó las seis muertes anunciadas anteriormente por el ejército sirio o se suman a ellas.
Trump dijo que ordenó la operación después del ataque del martes a la ciudad de Khan Sheikhoun, que fue asesinada por los rebeldes, que mató a más de 80 personas. Las imágenes de la secuela del ataque, mostrando a niños muertos y heridos, sorprendieron al mundo.
Las naciones occidentales culparon al régimen sirio por el ataque. Pero Rusia dijo que no cree que el gobierno sirio posea armas químicas.
Putin denunció la acción estadounidense como “agresión contra un Estado soberano en violación de las normas del derecho internacional bajo un pretexto exagerado”. Dijo que las huelgas “causaron un duro golpe a las relaciones ruso-estadounidenses” y que su objetivo era distraer de las muertes civiles de los ataques aéreos de la coalición en Irak, dijo una declaración de su oficina de prensa.
El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Sergey Lavrov, acusó a Estados Unidos de buscar un pretexto para el cambio de régimen. “Estoy particularmente decepcionado por la forma en que esto daña las relaciones entre Estados Unidos y Rusia”, dijo, pero añadió que no cree que “conduzca a una situación irreversible”.
El presidente sirio, Bashar al-Assad, dijo que Estados Unidos había llevado a cabo un “ataque injusto y descarado” contra Siria, que “no muestra más que miope, estrechez de visión y ceguera a las realidades políticas y militares”.
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También dijo que el ataque había aumentado la decisión del régimen de “aplastar” a los terroristas en Siria – el término que utiliza para todas las fuerzas de la oposición.
Una declaración del comando militar general de Siria dijo que las huelgas causaron “un daño material extenso” y socavaron las operaciones antiterroristas del ejército sirio. La operación “hace de los Estados Unidos de América un socio de ISIS, Nusra Front y otras organizaciones terroristas que – desde el primer día de esta guerra injusta contra Siria – han estado atacando las posiciones del ejército sirio y las bases militares sirias”.
Televisión siria transmitió imágenes de las secuelas de la huelga que mostraba humo aún subiendo desde la base.
El comandante Issam al-Reis, portavoz del frente sur del ejército sirio libre de la oposición, dio la bienvenida a la acción de los EEUU y pidió “la destrucción de todas las herramientas del asesinato que el régimen de Bashar al Assad utiliza.
La huelga fue la primera acción militar directa tomada por Estados Unidos contra el régimen de Assad desde el inicio de la guerra civil de seis años. Representa una escalada sustancial de la campaña militar de Estados Unidos en la región.
Vea el video de los ataques con misiles.
WATCH: Video released by the US military shows Tomahawk missiles being launched from the USS Porter. #SyriaStrikes pic.twitter.com/40MbLcrKGa
— The Rouser (@RouserNews) April 7, 2017
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