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Oímos evangelios falsos predicados a través de nuestra tierra todos los días-en los medios de comunicación, en las escuelas e incluso en las iglesias. Hay una necesidad desesperada de que los cristianos conozcan y comprendan la verdad bíblica porque la mejor manera de identificar una falsificación es estar familiarizados con el artículo genuino.
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La verdad bíblica obliga a la gente de “cada tribu y lengua y pueblo y nación” (Apocalipsis 5: 9) a aceptar el evangelio de Jesucristo -que solo Jesús es el camino, la verdad y la vida y que nadie viene al Padre Sino por Él (véase Juan 14: 6).
El verdadero evangelio reconoce que Jesús es Dios de Dios mismo que existió con el Padre en el cielo antes de Su encarnación. Murió por el pecado de todos los que creen en Él y se rinden a Su autoridad. Jesús resucitó de entre los muertos y apareció ante cientos de personas en Israel. Jesús ascendió a la diestra del Padre, y Él regresa para juzgar a cada ser humano. Es la ortodoxia bíblica, y cualquier cosa que niegue estas verdades es falsa.
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Nuestro llamado como seguidores de Cristo es amar a nuestros enemigos. La Escritura nos dice que la gente se ofenderá cuando vivamos y predicemos el evangelio. Jesús colgó en la cruz por predicar el evangelio, y no podemos esperar mayor favor de lo que recibió (véase Juan 15:20). Él nos advirtió que el evangelio dividiría familias y naciones (vea Lucas 12: 51-53), así que nunca debemos ceder a la tentación de ser silenciosos o blandos acerca de la verdad.
Saber la verdad bíblica y vivir como ella importa es imperativo. Cuando vengas a la presencia de Dios, abre su Palabra y pídele que te muestre su verdad. Él es fiel.
Oración: Dios, muéstrame tu verdad para poder vivirla y hablarla y ser capaz de identificar falsificaciones. Dame el valor de permanecer firme en Tu verdadera Palabra. Rezo en el nombre de Jesús. Amén.
“Hermanos, os declaro el evangelio que os he predicado, el cual habéis recibido, y en el que sois, por medio del cual sois salvos, si guardáis memoria de lo que os he predicado, a menos que hayáis creído en Vano “(1 Corintios 15: 1-2).
Fuente: Charisma News
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