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Hace algunos años, escogí el ministerio sobre la política porque vi que la política no podía traer un cambio real. Pero más bien, un principio escondido dentro del libro de los Salmos podría.
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“Hay un Arreglo del Libro de los Salmos”
Hay algunos antecedentes bíblicos en estas elecciones de EE.UU . Los Salmos son una colección de 150 poemas e himnos que se divide en cinco secciones. Aunque tú y yo básicamente vayamos a través de los salmos devocionalmente, los eruditos dicen que el libro fue arreglado en una orden que cuenta una historia. Y es esta historia la que proporciona el mensaje que es crucial en un momento como éste.
Como cualquier libro, Salmos comienza con una introducción. El Salmo 1 anima a los lectores a meditar en la Palabra de Dios día y noche. Asegura que el “Señor conoce el camino de los justos” (Salmo 1: 6).
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Pero el Salmo 2 abre el libro con la institución de David como Rey del pueblo de Dios. Y esto es muy importante. Originalmente, Dios iba a ser el único Rey de su pueblo. Pero finalmente, el pueblo de Dios deseaba lo que todas las otras naciones tenían: un líder humano. Y Dios concedió su deseo.
El viaje del pueblo de Dios A medida que continúes con los salmos, notarás un argumento: reflejan la acción de gracias, luego el miedo y la angustia, luego el arrepentimiento de corta duración y la restauración posterior, luego la eliminación de las bendiciones de Dios y el exilio. Es bastante la montaña rusa, en realidad.
Pero por el Salmo 90 ocurre un cambio dramático. El énfasis del pueblo de Dios pasa de la esperanza en un rey humano a la esperanza en Dios como su único y verdadero Rey. De hecho, David nunca más se menciona como rey, sino sólo como siervo de Dios. A partir de este momento, la alabanza y la acción de gracias del Rey Yahvé caracterizan el resto del libro. Y termina con una exhuberante declaración:
“Todo lo que tiene aliento, alabe al Señor” (Sl 150: 6, MEV).
El mensaje para América ¿Ven entonces la lección para América? Ningún político por sí solo, ni sus políticas, pueden devolver a la nación a la prosperidad y protección que una vez conoció. Y no encontraremos nuestras soluciones para tener lo que otras naciones tienen o haciendo lo que otras naciones hacen.
Como Israel aprendió, la clave del futuro de Estados Unidos está en nuestra disposición a reconocer nuestros caminos perversos, a apartarnos de ellos ya colocar nuestra confianza, confianza y obediencia en Dios, que es nuestro verdadero Rey. Y como la introducción de los Salmos instruye, sería sabio para nosotros “meditar día y noche” en tal mensaje.
Fuente: Charisma News
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