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¿Existe algo en tu vida y en tu casa que invita a espíritus demoníacos? En la actualidad quizas sin darnos cuenta permitimos que tantas cosas impías ingresen en nuestras casas. Nuestras vidas están siendo perjudicadas por todo lo que es impío, invitandolas libremente a la rebelión, la desobediencia, la promiscuidad y el reino de los malos espíritus esperan devorar.
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Lamentablemente no es sólo lo que dejamos ingresar en nuestros hogares, sino que ademas lo que los adultos están modelando en el hogar cristiano en la actualidad. La mayoría permite que las películas violentas y el entretenimiento indecente visiten el hogar, ordenandole a los niños pequeños que cubran sus ojos hasta que el episodio violento o indecente haya finalizado . Hay muchas familias que quizas conozcamos que luchan constantemente por este asunto. El hombre de la casa quiere ver los videos violentos y explícitos, y la esposa no quiere formar parte de ese diabólico momento.
Los efectos de tolerar e invitar cosas impías en su hogar pueden lucir en un principio un tanto sutiles, ya que los adultos como los niños comienzan a demostrar un poco de enojo, un poco de tristeza, un poco de molestia, un poco de impaciencia y de violencia, un poco de rebeldía, se suma un poco de mentira y amenazas en cuanto a los límites. Pero a medida que pasa el tiempo, va hiriendo de a poco a muchos episodios de la auto-voluntad y demostraciones emocionales de la familia. Cuando los niños están involucrados, muchos de los padres de hoy están extremadamente ocupados y apurados para tratar con la atención y la rendición de cuentas necesarias para hacer cumplir las reglas o mantener una mano en la rueda. El amor duro parece ser una cosa del pasado en muchas familias de la actual generación.
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El lamentable producto final de toda esta permisividad es la desintegración del hogar cristiano.
El escrtor de este artículo resume:
“Cada día recibo correos electrónicos de los cónyuges que leen mis libros Satanás, no puedes tener mi matrimonio y Satanás, no puedes tener mis hijos, y la queja número uno de las esposas es que sus esposos están teniendo asuntos o viendo pornografía. La principal queja de los hombres es que sus esposas son controladoras y manipuladoras y no se someterán ni siquiera a las áreas más básicas de respeto y honor a las que la Palabra de Dios tan sabiamente instruye a una esposa a adherirse.
Estas 2 áreas, la pornografía y la manipulación, son gobernadas por espíritus malignos. La limpieza espiritual y la liberación son obligatoriamente necesarias para liberarse de estos espíritus demoníacos que rompen hogares e iglesias. Créanlo o no, demasiados cristianos están involucrados en la pornografía, y muchas parejas se manipulan entre si sin darse cuenta de los espíritus malignos que están al acecho ocultas de sus acciones. Demasiadas mujeres religiosas se niegan a someterse a sus maridos, mandándolas y corrigiendo todo lo que hacen y dicen. Esto también es una raíz de manipulación y control.
Fuente: Charisma News
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